1. Dilución: Siempre diluye los aceites esenciales antes de aplicarlos en la piel con un aceite portador adecuado para evitar irritaciones.
2. Prueba de Parche: Realiza una prueba de parche en una pequeña área de piel antes de usar un nuevo aceite esencial para detectar posibles reacciones alérgicas.
3. Evitar los Ojos y Mucosas: Evita el contacto directo con los ojos y las membranas mucosas.
4. No Ingerir: No ingieras aceites esenciales, a menos que estén formulados específicamente para consumo interno y estés bajo la supervisión de un profesional de la salud.
5. Almacenamiento Seguro: Almacena los aceites esenciales en un lugar fresco y oscuro, lejos del alcance de niños y mascotas.
6. Fotosensibilidad: Algunos aceites esenciales pueden aumentar la sensibilidad de la piel al sol. Evita la exposición solar directa después de aplicar aceites cítricos o fotosensibles.
7. Embarazo y Lactancia: Consulta a un profesional de la salud antes de usar aceites esenciales durante el embarazo o la lactancia.
8. Uso Responsable: Utiliza aceites esenciales de manera responsable y sigue las recomendaciones de dilución y aplicación adecuadas.
9. Conservación: Los aceites esenciales pueden volverse rancios con el tiempo. Cierra bien los frascos y úsalos antes de que caduquen.
10. Consulta Profesional: Siempre busca consejo de un aromaterapeuta o profesional de la salud antes de usar aceites esenciales para tratar condiciones médicas específicas.